Historia

Desde 1998



Los registros históricos muestran que los cultivos de vid en el valle de Ocucaje se remontan a la época del virreynato, los que pronto trajeron consigo una producción artesanal de vinos y piscos que a su vez estimuló la fabricación de tinajas y botijas de arcilla. En el siglo XVIII las tierras del valle y el complejo artesanal de producción de vinos y piscos pasaron a manos de los Jesuitas los que le dieron un impulso especial a la plantación de vid y la producción de bebidas espirituosas.
Luego de la expulsión de los jesuitas por el Virrey Abascal, la propiedad de las tierras de Ocucaje y de su complejo artesanal de producción de vinos y piscos pasó por varias manos,hasta que en 1898 don Felipe Zunini la adquirió, constituyendo la empresa Zunini y Osella – Vinos Ocucaje. Zunini se convirtió en el nuevo gran impulsor de la producción de piscos y vinos en esta zona del país.
La participación de la familia Rubini en Ocucaje se origina en esa época, a comienzos del siglo pasado, cuando Don Virgilio Rubini Fulle empezó a colaborar con don Felipe Zunini.
Luego de largos años de aprendizaje y de una fructífera y estrecha colaboración con Don Felipe, en 1928 Don Virgilio se convirtió en accionista minoritario de Vinos Ocucaje y luego, en 1932, después de adquirir la propiedad de la Hacienda y constituir la empresa Rubini y Truel – Vinos Ocucaje, pasó a ser dueño del 50% del accionariado, nombrándosele Presidente del Directorio.
Esta nueva empresa potenció la elaboración de piscos y vinos de calidad de un nivel semi artesanal a uno industrial, mejorando la infraestructura y las labores en el campo, importando cepas seleccionadas del valle del Rin, Francia, Italia, Portugal y España y modernizando la bodega con nuevos equipos de destilación de pisco y la introducción de pipas y toneles de madera yugoslavos para vinos.
Producto de ese esfuerzo, en 1934 se realizan las primeras exportaciones de vinos y piscos a Estados Unidos.
En 1947 el nombre de la empresa se cambió a Viña Ocucaje S.A. y pasó a ser 100% propiedad de la familia Rubini, iniciándose una etapa de ampliación del area cultivable, renovación de cepas y mejoramiento de la infraestructura de riego, que en años posteriores se vieron afectados por dos procesos de reforma agraria.
De otro lado, desde los primeros años de este siglo, las bodegas de Ocucaje que ocupan las instalaciones de la antigua casona y las caballerizas que pertenecieron antaño a la Congregación de los Jesuitas, fueron objeto de un agresivo proceso de renovación y modernización, introduciéndose grandes mejoras tecnológicas con la instalación en paralelo de dos nuevos alambiques computarizados de 2,000 litros cada uno, y modernizando y computarizando los dos antiguos. Paralelamente se han agregado tanques de acero inoxidable con control de temperatura, de última generación, y nuevas pipas de madera rumana y francesa.